Diversas opiniones surgieron tras la denuncia de amenazas en su contra hechas por Gabriela Castellanos, directora del Consejo Nacional Anticorrupción (CNA).
La abogada manifestó que las amenazas comenzaron luego del informe de nepotismo en el gobierno de Xiomara Castro, denuncia presentada el 24 de mayo.
Castellanos se encuentra fuera del país, sin embargo, aseguró que no cesará en su lucha y continuará denunciando los actos de corrupción.
“Quienes deben callar son los cobardes, no las voces valientes de los hondureños que trabajamos para heredar una Honduras digna de llamar madre patria”, manifestó.
Desde el gobierno no creyeron lo expresado por la titular del CNA y de manera sorpresiva la ministra de Derechos Humanos, Natalie Roque, adujo que “parece que obedece a una agenda predeterminada”.
El expresidente y asesor Manuel Zelaya dijo que “es un plan ya trillado en los países donde la oligarquía quiere afectar los gobiernos, ya se conoce en América Latina. Hay manuales sobre ese tipo de tácticas de desestabilización. Las autoridades deben investigar quiénes están conspirando contra Xiomara (Castro)”.
El Consejo Hondureño de la Empresa Privada (Cohep) condenó las amenazas y pidió “investigar y esclarecer con prontitud estos actos que atentan contra la democracia”.
Mientras que Blanca Izaguirre, comisionada nacional de derechos humanos, condenó “todo acto que amenace la vida e integridad”. Carlos Hernández, de la ASJ, alertó que hay otros activistas amenazados por denunciar la corrupción
.Entretanto, el Partido Liberal condenó en un comunicado las amenazas que está recibiendo la directora del CNA y mencionó que la “intolerancia hacia los sectores opositores dividen más al pueblo hondureño, atentar contra la integridad física de cualquier ciudadano es un acto repudiable”.